Corkoleum - suelo de corcho en rollo!

¡Sí! Corkoleum ofrece un excelente aislamiento térmico, ya que la estructura natural del corcho contiene muchas pequeñas burbujas de aire que retienen eficazmente el calor. Esto significa que incluso en los días más fríos, tu suelo de corcho estará caliente. ¡Puedes caminar descalzo en tu hogar sin preocuparte por los pies fríos!

Absolutamente, el corcho natural tiene celdas de aire microscópicas que aumentan la fricción. Además, la flexibilidad de corkoleum permite una mejor distribución de la presión del pie, lo que previene deslizamientos. Así que puedes sentirte seguro y cómodo caminando sobre tu suelo de corcho.

Antes de la instalación, deja los rollos de corkoleum en posición vertical en su embalaje durante 72 horas en una habitación seca y bien ventilada. Esta aclimatación es necesaria para que el material se adapte a la temperatura y la humedad de la habitación.

Para la instalación necesitarás: un rodillo de terciopelo de pelo corto, un cuchillo, un lápiz, una cinta métrica, una regla, un recipiente y un cubo.

1. Asegúrate de que el suelo esté nivelado y limpio.


2. Desenrolla el corkoleum y espera unos minutos a que se enderece. Revisa si hay daños.


3. Aplica el adhesivo en el suelo. Usa Wakol D3540 para superficies porosas y no porosas o Mapei Adesilex G19 para superficies de goma y PVC. Si realizas una instalación superpuesta, el área cubierta por el adhesivo debe ser 5 cm más estrecha que el ancho del suelo de corcho.


4. Retira los residuos generados durante la instalación.


5. Después de 24 horas, aplica una capa de acabado según las instrucciones del fabricante del barniz.

Depende de lo que sea más importante para ti. Si deseas un suelo sin juntas visibles, corkoleum será una mejor opción. Tu suelo de corcho no solo será estéticamente atractivo, sino también más fácil de mantener, ya que no habrá lugares donde se acumulen suciedad o humedad.

Sin embargo, si no te molestan las juntas visibles, el parquet será una buena opción. Es fácil de instalar, a menudo sin necesidad de adhesivo, como en el caso de los parquets flotantes.