Los posavasos de corcho son mucho más económicos que los de madera, piedra o metal, pero hacen exactamente el mismo trabajo—e incluso más—que sus alternativas más caras. No solo protegen tu mesa, sino que también amortiguan el sonido al colocar una taza y proporcionan estabilidad. Por solo unos pocos euros, obtienes un posavasos práctico de corcho que durará años.
Hay alternativas más baratas, pero ¿son buenas? Los posavasos de plástico parecen baratos, los de silicona pueden sentirse pegajosos, los de vidrio se rompen fácilmente y los de piedra son caros y pueden rayar la mesa o causar daños si se caen. El corcho natural resuelve todos estos problemas.
Los posavasos de corcho también ahorran espacio: puedes apilarlos y guardarlos cuando no los uses. Nadie quiere desorden en la encimera de la cocina o el escritorio. Cuando los necesitas, siempre están al alcance, y cuando no, desaparecen fácilmente de la vista.
¿O tal vez estás buscando un regalo que no pierda su atractivo tan pronto como se desenvuelva? Olvídate de las velas aromáticas, las tazas o los chocolates. Los posavasos de corcho son útiles para todos: todos disfrutamos de una taza de té, café o algo frío. Este tipo de regalo no se queda olvidado en un armario; encuentra inmediatamente su lugar en la mesa.
Y, por último, a diferencia del plástico, que tarda décadas en descomponerse, el corcho natural vuelve a la naturaleza como si nunca hubiera estado allí. Estás haciendo algo bueno por el planeta mientras cuidas de tu comodidad diaria. ¡Sin culpa!