A la hora de elegir el aislamiento adecuado, pensar solo en el corto plazo puede salir caro. Las opciones baratas pueden parecer una ganga, pero a menudo acarrean problemas y costes adicionales. Además, no todos los materiales aislantes se adaptan a cada rincón ni cumplen con las normas de seguridad. Dicho esto, el aislamiento de corcho expandido marca la diferencia: es duradero, resistente al agua, fiable y 100 % ecológico.
Duradero pero ligero
Material totalmente natural
Aislamiento de alta calidad
Muy resistente
Huella ecológica reducida
Totalmente seguro
Ofrecemos cuatro fracciones: 2–4 mm, 2–9 mm, 4–8 mm y 3–15 mm.
Está compuesto básicamente por gránulos de corcho expandido, un aislante natural y ligero que supera al corcho tradicional.
El corcho expandido proviene de la corteza del alcornoque y se trata con calor intenso. Este proceso hace que el corcho se expanda y adquiera un color marrón oscuro. No se utilizan productos químicos: es una transformación totalmente natural. El corcho contiene suberina, que actúa como adhesivo al calentarse, ayudando a mantener su forma.
Principalmente en proyectos de construcción, como por ejemplo:
También es útil fuera del ámbito de la construcción, como por ejemplo:
Ofrece aislamiento térmico y acústico, superando al corcho natural estándar.
Otras características destacadas:
Sí, estos gránulos cuentan con un certificado sanitario polaco expedido por el Instituto Nacional de Salud Pública. Confirma que no son irritantes ni provocan alergias. Actualmente, somos el único proveedor certificado de este tipo en Polonia.
Definitivamente. El corcho natural es uno de los materiales más respetuosos con el medioambiente. Se extrae de la corteza del alcornoque sin dañar el árbol. La corteza se regenera cada 9 a 12 años, por lo que se puede recolectar varias veces. ¡Estos árboles pueden vivir más de 200 años!
Y aún mejor, el corcho tiene una huella de carbono negativa. Los alcornoques pueden absorber hasta cuatro veces más CO₂ que la mayoría de especies de árboles.
Los gránulos de corcho expandido proporcionan un aislamiento duradero – mantienen sus propiedades hasta por 50 años.
Tiene un color marrón oscuro, resultado del tratamiento térmico. No se le añaden colorantes ni pigmentos. Comparado con el corcho natural más claro, tiene un aspecto más rústico.
Los gránulos de 2–9 mm tienen una densidad aproximada de 70–80 kg/m³.
Claro que sí – también ofrecemos corcho expandido en formato de placas para aislamiento.
La espuma es sintética y se deteriora con el tiempo – puede agrietarse o perder hermeticidad. Además, su producción tiene una gran huella de carbono.
En cambio, el corcho:
Lo mejor es guardarlo en un lugar seco y bien ventilado. Evita sótanos húmedos o cubrirlo con lonas al aire libre. Tampoco debe exponerse a fuentes de calor ni a la luz solar directa.
En resumen: almacénalo en un lugar seco, ventilado y alejado del calor y del sol.
Existe el miedo común de que ser ecológico significa sacrificar rendimiento. Pero seamos sinceros: tu hogar no es el lugar para correr ese riesgo. El corcho expandido no es una apuesta arriesgada — es un material probado, duradero y que supera claramente a las opciones sintéticas. No tienes que elegir entre “ecológico” y “eficiente” — simplemente obtienes ambas cosas.
Si alguna vez has usado un aislante sintético barato, sabes que los problemas llegan antes de lo esperado. Puede parecer económico al inicio, pero suele generar más inconvenientes que soluciones. El corcho expandido juega en otra liga. Una vez instalado, permanece firme y funciona durante muchos años.
Algunos materiales no son aptos para ser granulados con calidad. Se apelmazan, se descomponen o se compactan. El corcho expandido permanece suelto y ligero — estable, uniforme y confiable. No se trata solo de rellenar un hueco, sino de saber que en diez años seguirá funcionando igual de bien.
Vivimos rodeados de plástico, espuma, poliestireno y otros materiales artificiales que terminan en vertederos — o peor aún, en la naturaleza. Pocas personas se detienen a pensar en la energía y emisiones que requiere su producción. ¿El resultado? Uso breve, impacto duradero. El corcho expandido no daña el planeta — trabaja en armonía con él. Sin residuos, sin contaminación – solo equilibrio natural.
Lo más curioso es que el alcornoque regenera su corteza después de cada cosecha — sin talar, sin dañar el árbol. Y aún así, seguimos eligiendo opciones sintéticas. Puede que sean más baratas al inicio, pero el costo real lo paga el medio ambiente. El corcho cambia esa historia. No deja residuos y ayuda a capturar grandes cantidades de CO₂ — apoyando directamente la lucha contra el cambio climático.
Así como el maíz revienta y se infla al calentarse — el corcho reacciona de forma muy similar (aunque sin aceite ni microondas).
Todo comienza con la corteza del alcornoque. Se retira manualmente sin dañar el árbol y se somete a altas temperaturas. Las celdas del corcho se expanden y se oscurecen. Durante este proceso, se libera suberina — un pegamento vegetal natural — que mantiene la estructura compacta.
Esta transformación otorga al corcho expandido su poder aislante. Conserva el calor, absorbe el ruido y es mucho más eficaz que muchas alternativas comunes.
Las partículas de corcho expandido son ligeras — fáciles de transportar, de distribuir y perfectas para rincones donde las placas rígidas no encajan.
A diferencia de los materiales sintéticos que pueden liberar vapores tóxicos o irritar la piel, el corcho es totalmente inofensivo. No provoca alergias, no irrita y no emite compuestos orgánicos volátiles (COVs).
| Fracción | 4-8 mm |
| Volumen | 120 l (0,12 mł) - 10 kg |
| Color | Marron oscuro |
| Material | Corcho expandido |
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